Los Odiosos Ocho. Sabor a Tarantino en cada plano


Octava película de Quentin Tarantino: el director más personal, influyente y odiado/amado de la historia del cine reciente.

Llega como de costumbre, acompañado por algunos de sus geniales compañeros de viaje (Samuel L. Jackson), y otras viejas glorias buscando una resurrección de sus carreras (Kurt Russell)¿Lo habrán conseguido?¿Quieres tener una idea de lo que puede ofrecerte "Los Odiosos Ocho"?

Prometemos darte nuestras impresiones, para que sepas a qué atenerte antes de comprar tu entrada, sin destriparte la película ni desvelarte ninguna sorpresa.




Es la octava vez que Tarantino se pone tras la cámara y nos presenta de forma salvaje y brutal sus argumentos, una y otra vez, de manera machacona sus eternos e intrascendentes monólogos, sus desorbitadas dosis de violencia y sangre. Sus actores fetiche haciéndose guiños a si mismos, su música invadiendo la escena hasta convertir a los personajes en meros comparsas... sí, puede que los mismos argumentos. Pero si en un principio los trabajos de Tarantino eran tan personales que suscitaban odios y amores a partes iguales, con el tiempo esas señas de identidad, pese a ser repetitivas, se han ido desarrollando, puliendo en el oficio y alcanzando unas dosis de perfección que no se encontraban de manera tan uniforme en toda la filmografía del director como en "Los Odiosos Ocho". Todas sus películas tienen secuencias que se han quedado en la memoria colectiva, si bien poco a poco han ido cediendo en cuanto a momentos puntuales memorables, a la vez que crecían en conjunto y constancia. En este caso, los diálogos eternos también existen, pero ya no son erráticos ni obedecen a alguna obsesión malsana del director. En este viaje siempre nos llevan a algún lugar de su bien hilado argumento, a alguna sala donde Agatha Christie mira complacida. Sus compadres de reparto son de sobra conocidos, pero Samuel L. Jackson está inmenso en cada plano. Kurt Rusell intenta reinventarse de una manera bastante convincente, pero el bueno de Samuel no deja más que migajas y cualquiera que pretenda hacerle sombra sale malparado, solo él y nadie más que él puede leerle la papeleta a la sociedad norteamericana acerca de los orígenes intolerantes y racialmente excluyentes de su país, y arrancar aplausos entre propios y extraños. No podemos disfrutar en esta ocasión del genial Chris Waltz, pero tenemos su alter ego perfecto en un Tim Roth al que también echábamos de menos. Y si en una peli de Tarantino no podía faltar un jugoso papel femenino, en este caso una gratamente rescatada Jennifer Jason Leigh nos deleita con uno de esos personajes de malicia turbadora que son marca de la casa.
 En cuanto a la factura técnica, tan sobresaliente siempre en los trabajos de Tarantino, alcanza en esta ocasión sus mayores cotas de perfección, precisamente en el trabajo que menos posibilidades ofrece a priori, donde nos movemos en un minimalismo inusual para el director, pues un paseo en diligencia al inicio de la película es la única concesión que nos hace antes de encerrarnos en la pequeña, pero a la vez infinita cabaña de madera donde transcurre la (larga e hipnótica) acción.
Y la música, como siempre un actor más en el cine del director... pero no un actor cualquiera, ya que está firmada por Ennio Morricone. Si Tarantino tiene aficionados y detractores acérrimos, no encontraremos a ningún músico en su sano juicio que no sienta otra cosa que veneración por el maestro italiano. Ha sido responsable de partituras tan exquisitas, que a buen seguro, con la suficiente perspectiva histórica, será estudiado al mismo nivel que los más grandes genios de la música. Además vuelve al western después de décadas, lo que ya sería un argumento razonable para acercarse a las salas (eso, y el formato original en 70 m.m., que lamentablemente solo se puede disfrutar en un cine de Barcelona).
Más Tarantino, sí, pero probablemente mejor, más destilado, recomendado para cinéfilos. Abstenerse... los que no soporten a Tarantino.


Publicado por Jon Leceta.

Ficha de la pelicula:

Título original: The Hateful Eight
Año: 2015
Duración: 167 min.
País: Estados Unidos
Director: Quentin Tarantino
Guión: Quentin Tarantino
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Robert Richardson
Reparto: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Demian Bichir, Walton Goggins, Tim Roth, Bruce Dern, Michael Madsen, James Parks, Dana Gourrier, Zoë Bell, Channing Tatum, Lee Horsley, Gene Jones, Keith Jefferson, Craig Stark, Belinda Owino
Productora: The Weinstein Company
Género: Western. Intriga | Comedia negra. Siglo XIX
Web oficial: http://thehatefuleight.com/
Sinopsis
Pocos años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth entregará a Domergue a la justicia. Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. Como se aproxima una ventisca, los cuatro se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local se topan con cuatro rostros desconocidos. Bob (Demian Bichir), que se encuentra allí refugiado junto con Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern). Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña, los ocho viajeros descubren que tal vez no lleguen hasta Red Rock después de todo... (FILMAFFINITY)

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