Green Room, nazismo criminal con fondo musical

Entretenida película que rememora escenas de Halloween, Matanza de Texas, American History X… podíamos poner más, especialmente de ese subgénero de supervivencia de adolescentes.

El cambio propuesto por esta película es que los paletos endogámicos que pretender mutilar y matar a las futuras y aterrorizadas víctimas son un grupo neonazi que mantiene una fuerte dependencia con su líder, un moderado e implacable Patrick Stewart.

La película cuenta con el morbo de la participación del malogrado Anton Yelchin, el joven actor que falleció aplastado al parecer por su propio vehículo.



La verdad es que me gustó la puesta en escena, la soledad y frialdad en que se mueven los personajes, en situaciones en que nadie se fía de nadie y todo el mundo puede ser prescindible. Nos encontramos en un paradero agreste, cerrado y sombrío, de difícil acceso y en donde un grupo de jóvenes rockeros, jevimetaleros o lo que sean, tras hacer un bolo en un local de extrema derecha, ven algo que no deberían.

Los acontecimientos se precipitan, los nervios se tensan y los perros de presa hacen aparición.

Quizá haya alguna caída en la credibilidad de algunos momentos de la trama, quizá se hacen las cosas un pelín más complicadas de lo que serían en realidad, pero obviando esos aspectos tenemos una película que cubrirá una sobremesa algo tonta.

Entretenida.

Tráiler de la película:



Ficha de la película:

Título original: Green Room
Año: 2015
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos
Director: Jeremy Saulnier
Guión: Jeremy Saulnier
Fotografía: Sean Porter
Reparto: Patrick Stewart, Anton Yelchin, Imogen Poots, Alia Shawkat, Mark Webber, Taylor Tunes, Joe Cole, Brent Werzner, October Moore, Cody Burns, Mason Knight, Eric Edelstein, Audrey Walker, Samuel Summer, Kasey Brown, Kai Lennox, Macon Blair
Sinopsis: Tras presenciar un asesinato en un bar, los miembros de una banda de música punk son encerrados en una habitación del local por los autores del homicidio: una pandilla aterradora de neonazis que reivindican la supremacía blanca. Su líder es el dueño del bar (Patrick Stewart), un tipo que no quiere dejar testigos de lo sucedido. (Fuente: FILMAFFINITY)

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