"LA ULTIMA LECCIÓN", UNA LLAMADA DE ATENCIÓN DEFINITIVA


Sébastien Marnier es un director y guionista francés que estrenó su primer largometraje, “Irreprochable”, hace tres años. A pesar de ser un éxito de taquilla en Francia, la distribución no llegó a nuestro país. Por fin podemos disfrutar de su talento con el estreno en nuestras pantallas de su segundo trabajo, “La última lección”. Se trata, al igual que su precedente, de una película de mensaje potente y denuncia social, retratando los trastornos psicológicos que surgen como consecuencia de una sociedad cada vez más desalmada y competitiva.

En los thrillers de Marnier los personajes son víctimas que hacen de todo menos ir de víctimas. Son personas fuertes y complejas. Mediante la recreación del contexto en el que están enmarcadas, consigue que el espectador las observe con compasión. Éste es el gran regalo que nos hace el director: exponernos ante casos extremos y permitirnos acompañarlos dejando de lado nuestros prejuicios.

“La última lección” sitúa su acción en una elitista escuela francesa de secundaria, concretamente en un aula que reúne a los alumnos más aventajados de la región. Tras el suicidio del anterior tutor, escena que los propios estudiantes han presenciado, Pierre, su sustituto, nos guía en el descubrimiento de los miedos y las motivaciones que mueven a este particular grupo de pequeños sociópatas.


La tensión está asegurada durante todo el metraje, no sólo por el tema de la muerte y la intriga constante sobre la que se apoya la trama, sino también por el uso de ciertos recursos formales: una banda sonora plagada, muy sutilmente, de ruidos perturbadores; puntos de vista subjetivos; un montaje ágil, a veces vertiginoso y onírico; y una fotografía magistral que contrasta imágenes de brillante luminosidad con escenas donde la penumbra es desorientadora... Además de múltiples simbolismos, como son las alusiones literarias de explícitas notas kafkianas, escenas infestadas de cucarachas que nos recuerdan los cambios a los que estos adolescentes están sometidos.


Los diálogos en “La última lección” se pueden calificar de sustanciales. Agudos y llenos de sentido, parecen diseñados por un economista cuya moneda de cambio es la efectividad pura.

No puedo dejar de aplaudir la interpretación de los jóvenes protagonistas, así como del único adulto razonable, encarnado por Laurent Lafitte. El trabajo de este último exige credibilidad ya que representa la mirada del espectador en la película. El personaje de Pierre es el de un súper héroe cotidiano, único defensor de las personas más vulnerables, los jóvenes, en un mundo decadente, ilustrado por las imágenes más efectistas: extractos reales de las noticias que encontramos diariamente en internet y en los telediarios. El resto de los adultos representantes del sistema viene formado por el cuerpo de profesores. Apáticos en el desempeño de sus responsabilidades, actúan como zombies autómatas. Con este panorama no es de extrañar que el planeta haya llegado a un nivel de degradación que solo los adolescentes, con esa fresca toma de consciencia que los caracteriza, son capaces de percibir.


En esta película la rebeldía del inquietante “grupo de los seis” está completamente justificada, algo carente en otras películas del género como “El pueblo de los Malditos”, “American History X”, “La cinta blanca” o “La naranja mecánica”, donde los jóvenes son retratados como demonios macabros, movidos por fines puramente egoístas.

Tratándose de un film sobre adolescentes, el gran éxito de Sébastien Marnier es haber sabido reconocer perfectamente sus inquietudes, tal y como demuestra la gran acogida que la película ha recibido por parte de este sector de la población. Aunque sin duda el mensaje es para los adultos, que parecemos perder consciencia según nos vamos acostumbrando a las repercusiones de nuestros actos irresponsables. Si aún nos preocupa la vida, hagamos el esfuerzo de facilitársela a las generaciones venideras, y demos el primer paso llenando las salas que proyectan “La última lección”.

Por Irene Arnanz.


 Ficha de la película:

Título original: L'heure de la sortie
Año: 2018
Duración: 104 min.
País: Francia
Dirección: Sébastien Marnier
Guion: Sébastien Marnier, Elise Griffon (Novela: Christophe Dufossé)
Música: Zombie Zombie
Fotografía: Romain Carcanade
Reparto: Laurent Lafitte,  Luàna Bajrami,  Pascal Greggory,  Victor Bonnel,  Emmanuelle Bercot, Claire Rochelle,  Félix Lefebvre,  Leopold Buchsbaum,  Thomas Scimeca,  Gringe, Iwen Casteret,  Anne Loiret,  Cyrille Hertel,  Grégory Montel,  Thomas Guy, Véronique Ruggia,  Bertrand Houdin
Productora: Avenue B Productions. Distribuida por Celluloid Dreams

SINOPSIS:

Cuando Pierre Hoffman empieza como profesor en el prestigioso colegio St Joseph, tiene que lidiar con un fuerte rechazo por parte de sus nuevos alumnos. Se trata de una clase piloto que concentra los alumnos más inteligentes de la promoción y que recientemente han presenciado el súbito suicidio de su anterior profesor. Pronto, Hoffman descubrirá que la hostilidad y los extraños hábitos de estos jóvenes se deben a algo más oscuro y enigmático.

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