Brooklyn. Imprescindible Saoirse.

Es fácil recomendar "Brooklyn" (John Crowley, 2015), basta con ser sincero. La historia de "Brooklyn" es la historia de los emigrantes, pero de los europeos, algo más pretenciosos pero igual de necesitados que cualquier persona que abandona su país para buscarse las lentejas.

 Nos encontramos en la época dorada del Nueva York de los 50, momento crucial tras la Segunda Guerra Mundial ,en el que los Estados Unidos asentaban los cimientos de lo que iba a ser la superpotencia predominante que aún es en nuestros días. Pero no es eso por lo que merece la pena ver esta película, ni siquiera por su cuidada ambientación, o por las situaciones familiares que por desgracia nos traerá a la memoria ahora que la historia se repite. La película peca de estereotipos a ambos lados del Atlántico, pero para ser prácticos y directos la razón por la que merece la pena ver "Brooklyn", necesaria y suficiente, es Saoirse Ronan.




Irlanda es un país marcado por la emigración, como tantas otras regiones en Europa. Y Estados Unidos un imperio levantado en buena medida por los brazos irlandeses que llegaron después de que los colonos plantaran sus caravanas.

 La visión que nos presenta la película muestra una norteamérica quizá demasiado amable. Severa y exigente con el recién llegado, pero en la que cualquier ser humano con valía y ganas de trabajar tenía la posibilidad de prosperar. Del mismo modo, la Europa de la posguerra se muestra rancia, caduca e insoportable, de manera que la solución de embarcarse para cruzar el charco se antoja como la única salida posible. Quizá esta forma maniquea de plantear la situación sea un punto en el debe del guión. La situación del emigrante no se muestra como un cuento de hadas, su dureza viene dada por el dolor de la separación de los seres queridos, del abandono del hogar conocido y sus comodidades, para explorar un mundo en el que no cuentas con casi nadie. Pero en ningún momento se contempla la posibilidad de que aún viajado a la tierra prometida a uno le pudiera ir mal, o que quizás quedándose se pudiera encontrar una vida medianamente aceptable. A lo mejor entonces la realidad solo permitía esas dos soluciones.

Pero todo esto deja de importarnos porque nos lo dice Saoirse. Navegamos con ella desde su pequeña aldea irlandesa como si fuéramos sus hermanos pequeños, y nos vamos a donde ella nos dice. Entendemos lo que pasa por su cabeza sin que tenga que hablar, y aún en las ocasiones en las que el guión cojea y le obliga a comportarse de una manera incongruente con ella misma, no la cuestionamos en ningún momento.

El viaje iniciático que sufre el personaje es el de su vida misma. La transformación desde inocente chica irlandesa de provincias hasta sofisticada y prometedora joven neoyorquina, es un símil de la carrera en el cine de la que puede presumir esta joven aunque veterana actriz. No es la primera vez que esta chica de ascendencia irlandesa y nombre impronunciable para un español, se come la pantalla y mantiene a flote una producción. Y como en el film que nos ocupa, sin pagar demasiados peajes y sin olvidarse de quién es.

Publicado por Jon Leceta.



Ficha de la película:

Título original: Brooklyn
Año: 2015
Duración: 111 min.
País: Irlanda
Director: John Crowley
Guion: Nick Hornby (Novela: Colm Toibin)
Música: Michael Brook
Fotografía: Yves Bélanger
Reparto: Saoirse Ronan,  Emory Cohen,  Domhnall Gleeson,  Julie Walters,  Jim Broadbent, Jessica Paré,  Eva Birthistle,  Michael Zegen,  Mary O'Driscoll,  Eileen O'Higgins, Emily Bett Rickards,  Paulino Nunes,  Eve Macklin,  Maeve McGrath,  Jenn Murray, Aine Ni Mhuiri,  Nora-Jane Noone
Productora: Coproducción Irlanda-GB-Canadá; Wildgaze Films / Parallel Film Productions / Irish Film Board / Item 7
Género: Drama. Romance | Años 50. Inmigración
Sinopsis
En los años 50, la joven irlandesa Eilis Lacey decide abandonar Irlanda y viajar a los Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde conoce a Tony, un chico italiano con el que comienza a salir y del que se enamora. Pero, un día, a Eilis le llegan noticias de una triste noticia familiar y tendrá que decidir entre quedarse en su nuevo país o volver a su tierra natal. (FILMAFFINITY)

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